sábado, 6 de septiembre de 2014

¿Por qué olvidamos las cosas?


Muchas veces no podemos recuperar los datos que necesitamos en el momento adecuado o no somos capaces de recordar unos hechos y sí otros. Las causas por las que esto se produce pueden ser varias:
- Desvanecimiento de la información por falta de uso del material aprendido: hay información que usamos y repasamos con mucha frecuencia por ejemplo determinados números de teléfono, nombres de amigos, etc. Sin embargo, hay datos que aprendimos en su momento pero no los hemos vuelto a usar o no les hemos prestado atención, por lo que es muy probable que estos se vayan perdiendo poco a poco.
- Muchas veces olvidamos información que no nos interesa, como pueden ser experiencias negativas, acontecimientos de contenido traumático. Es como un mecanismo de defensa de nuestra mente.
- Bloqueo de la información: se produce cuando una información nueva que llega a la memoria interfiere con otra que ya teníamos almacenada y la perdemos.

Hay actividades simples y divertidas que potencian nuestra memoria:

Fomentar curiosidad, es decir tener interés por lo que nos rodea. Gracias a la curiosidad prestaremos más atención, preguntaremos sobre lo que nos interesa, leeremos más, etc. De esta forma estaremos activos e ilusionados y al mismo tiempo entrenamos nuestro cerebro.
- Es bueno hacer ejercicios que obliguen a fijar la atención, ya que la memoria y atención van unidas. Así por ejemplo, son muy buenos los ejercicios que consisten en buscar las diferencias, sopas de letras, crucigramas, ajedrez, memorizar números de teléfono, realizar operaciones matemáticas sencillas, etc.
- Intentar recordar y aprender letras de canciones, poesías, autores de libros que nos gustan, nombre de obras de arte que nos interesan, etc.
- Practicar la observación, por ejemplo contemplar un cuadro durante dos minutos y después intentar describirlo con todo detalle o intentar recordar detalles de la decoración de nuestra casa. Al principio es probable que te cueste recordar algunas cosas, pero con el ejercicio continuado te sorprenderás de los progresos que puedes lograr.
- Realizar ejercicios que aumenten la concentración, como contar al revés desde 100 de uno en uno, después de tres en tres, de cinco en cinco, etc.

- Potenciar las relaciones sociales: de esta forma se ejercitan habilidades como la conversación, saber escuchar, la creatividad, el razonamiento, etc.

En cualquier caso conviene aclarar que existen diferencias personales en la capacidad de memoria. Así por ejemplo aquellas personas que viven con más atención e interés los acontecimientos de cada día, que están más motivadas hacia lo que aprenden, rinden más que aquellas que no tienen interés o que viven de forma más distraída los acontecimientos diarios.

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